Ya hemos visto que el paciente activo necesita su PLE (Entorno Personal de Aprendizaje) y que para sacarle el máximo partido conviene que sea consciente del mismo. El primer paso es analizar los elementos que ya forman parte de tu PLE acerca del tema de salud que te interesa. Coge papel y lápiz porque vas a hacer un listado. Si eres un profesional o un estudiante esto también va contigo. Te recomiendo que sigas este esquema con 3 grandes campos elaborado por @oskar_almazan_. Ten en cuenta que a veces los elementos pueden pertenecer a más de uno de ellos.
1. Herramientas:
¿El martillo dices? No, no, me refiero a aquellos programas o servicios online que te ayudan a:
Buscar y filtrar la información:
- Por muy novato que seas seguro que usas un buscador como Google para indagar sobre tu enfermedad, sobre los alimentos que debes comer con moderación si sufres una cardiopatía o sobre cómo prevenir lesiones en el running. O quizás te hayas decidido por uno especializado en salud como HONSearch. Si buscas publicaciones científicas en revistas biomédicas en español es posible que hayas optado por MEDES. Uses el que uses, ¡apúntalo!
- Si tienes más experiencia en Internet y ya has localizado sitios web que ofrezcan información fiable sobre salud, tal vez uses algún agregador o lector de RSS. Son programas muy útiles porque una vez has añadido los sitios web o blogs que te gustan, no tienes que ir una y otra vez para ver si han publicado contenido nuevo sino que recibirás las actualizaciones de manera automática. Feedly es uno de los más populares. Te dejo 3 lectores RSS para mantenerte bien informado.
- No olvides anotar por último a aquellos contactos personales que sabes que pueden ayudarte ya sea física o virtualmente. Piensa en el ámbito académico, laboral o familiar. Y en los usuarios de redes sociales a los que sigues. Muchos estarán dispuestos a orientarte, prueba a preguntarles.
Organizar y clasificar la información:
Una vez has localizado un artículo de salud que te interesa, un video o un podcast, querrás guardarlo para leerlo más veces o más tarde. En tu navegador habitual (Chrome, Firefox, Internet Explorer…) lo marcarás como «favorito». Sin embargo solo podrás verlo en tu ordenador o dispositivo móvil. Hay una forma de que esos pequeños tesoros que te ha costado tiempo encontrar estén disponibles en cualquier momento y desde cualquier dispositivo con conexión a Internet. Son los marcadores sociales. Delicious y Diigo son dos de los más utilizados. Si además añades etiquetas a los enlaces podrás clasificarlos. Y si haces que tus recopilaciones de enlaces sean públicas, la gente podrá verlas. Es muy importante entender que son los propios usuarios quienes clasifican el contenido de los enlaces mediante las etiquetas.
Quizás estés usando Pinterest para coleccionar enlaces y sobre todo imágenes o vídeos. O estés almacenándolos en Google Drive o Dropbox para acceder a ellos desde cualquier lugar. Si es así, anótalos.
Reelaborar, cooperar y publicar la información
Si sufres alguna enfermedad crónica, eres el cuidador principal de una persona dependiente o estudias medicina a lo mejor has iniciado un blog en WordPress o Blogger o un videoblog en Youtube. De ser así estarás aprendiendo mucho. Hacerlo te exige reflexionar, explorar, contrastar, remezclar conocimientos y conversar con tus comentaristas. Te recomiendo esta entrada de Chema Cepeda sobre el blog de salud desde la perspectiva de los pacientes.
Otra manera de cooperar son las wikis. Son sitios web donde los usuarios crean, modifican y eliminan el contenido que comparten de forma fácil y rápida. La más conocida es Wikipedia. Pero hablando específicamente de salud, seas paciente o profesional, quizás formes parte de Wikisanidad.org.
Compartir la información
Finalmente para compartir todo este conocimiento que has buscado, filtrado, ordenado, reelaborado y publicado tenemos las redes sociales. Si tienes perfil en Facebook, Twitter o Google+ añádelos a tu lista. Si solo los usas como entretenimiento…no está mal, pero su potencial para aprender sobre salud es enorme. Se difunde contenido muy provechoso. Las principales instituciones sanitarias se mezclan con usuarios ávidos de mostrar lo que saben, debatir, colaborar y arrimar el hombro. Puede que ya pertenezcas a algún grupo de Facebook o comunidad de Google+ sobre el ámbito de la salud que te importa. O que leas y participes en algún foro sanitario.
Linkedin es tu red si eres un profesional interesado en mejorar en tu práctica diaria, contactar con otros colegas y construir tu marca personal.
2. Fuentes de información
Todas estas webs, blogs y portales de salud que sueles consultar forman parte de tu PLE y son tus fuentes de información. La web de la Fundación Española del Corazón, la red de blogueros de ELA o el portal Enfermería 21 son algunos ejemplos. Piensa en tus sitios de referencia y súmalos a tu lista.
3. Red Personal de Aprendizaje (Personal Learning Network o PLN)
Aunque en el apartado de «buscar y filtrar información» ya agregaste a tus contactos personales, creo que es bueno que también los coloques dentro de este campo. La web 2.0 es conocida como la web social. Las personas y colectivos, las conversaciones y la fluidez es lo que le da sentido. Todos somos emisores y receptores al mismo tiempo.
¡Bien! No te agobies si no tienes ni la mitad de los elementos que he descrito, tal vez en tu caso no sean todos necesarios ni mucho menos. Se trata de saber los elementos que tienes, los que puedes tener y que decidas en base a eso. Es un proceso lento, dinámico que te ayudará a tomar el control.
Cuando tengas tu listado estarás preparado para la siguiente fase: elaborar y mejorar tu PLE. Vamos a usar una herramienta online gratuita que se llama Symbaloo para que hagas consciente tu PLE, lo ordenes y lo compartas. Es muy fácil y parece un juego. Lo veremos en la siguiente entrada 🙂
¿Te das cuenta de que ya tenías tu PLE? A lo mejor un poco desordenado y sin tener localizados todos sus elementos. ¿Se te ocurre alguno más? Poner a un solo clic cada uno de ellos te va a facilitar las cosas, ¡ya lo verás!
Fisioconectados 
Un comentario sobre “Analiza tu PLE de salud”